jueves, 22 de octubre de 2015

¿QUÉ LLEVO EN MI BOLSA?

    Para muchos, la fotografía no va más allá de llevarse la cámara de vez en cuando a una reunión familiar o una escapada. Para unos pocos, la fotografía es una forma de vida, una manera de ver la realidad y expresarla, una forma de canalizar una serie de emociones en un solo fotograma con la idea de transmitir aquello que se está viendo o sintiendo. Seguro que cada fotógrafo tiene su definición de lo que es para el la fotografía. 

    Puede que os llegue ese punto en el que la fotografía se convierte en una necesidad. La de tener la disponibilidad en todo momento de una cámara y  poder hacer una foto. La necesidad de tener a mano nuestro equipo fotográfico para capturar aquello con lo que hemos topado por la calle y que nos resulta inevitablemente irresistible de fotografiar. Llegados a ese punto, empezamos a divagar mil maneras posibles de llevarnos nuestra cámara de fotos siempre encima, hasta que caemos en la cuenta de que es imposible hacerlo sin evitar salir con un peso excesivo, a menos evidentemente que tengamos una compacta.

Si tenemos una reflex, el volumen que ocuparía en nuestros bolsos es el que es, y si ya nos plantamos en una cámara más profesional, su grip, su objetivo de gama alta…acabamos dejándolo en casa. 

    Por eso surgió en mi la necesidad de buscarme mi pequeño equipo que poder llevar encima, que me permitiera hacer las fotografías que quisiera, me ofreciera una buena calidad y pudiera llevar encima con total comodidad. En resumen, poder hacerme con un “pequeño equipo de supervivencia”, como yo le llamo. Buscaba calidad y portabilidad en un mismo equipo. Y aquí es donde os voy a chivar al estilo de los vídeos de "quesabesde" qué es lo que llevo yo en mi bolso del día a día.

    Lo primero para mi fue pensar en qué iba a querer llevar encima y cómo lo iba a querer llevar. ¿Para que? Para elegir que bolsa adjudicarme. Mi intención era buscar una bolsa discreta no excesivamente grande, y sobretodo cómoda. La elección … una bolsa de National Geographic de la serie África de lona de color marrón, con los compartimientos justos y necesarios. Me gusta mucho el diseño simple, sencillo y útil de su línea de bolsas y mochilas. 

    Y la siguiente duda, ¿Qué cámara? Hacia tiempo que seguía la pista de una cámara que tras estudiar todas sus especificaciones y ver más de un vídeo cumplía a mi entender todas mis expectativas. La Canon G1 x Mark II. Una compacta de gama alta que como veis, es pequeña, discreta, bonita, y os aseguro que sorprende al cogerla en la mano, pesando alrededor del kilo. Desde que la tengo, cada día estoy más y más satisfecho con su rendimiento y sus resultados. Muchas de las fotos que veis por las redes sociales han sido hechas con esa cámara. En Sevilla, Cádiz, Isla Cristina, Madrid...


Canon G1x MkII junto a una Canon EF Analógica


    Su portabilidad y calidad como digo son una garantía a la hora de llevármela a ese típica escapada o viaje corto para ver a la familia, o pasar el día en otra ciudad y prefieres no llevarte el equipo pesado. Ni que decir tiene, que si no tenéis una reflex y buscáis una cámara que poder llevar siempre encima para viajar, no os engaño, es una buena opción.  Eso sí, sed conscientes de que no será la típica compacta de unos pocos cientos de euros, serán unos muchos cientos.

    A la G1 le sumamos alguna batería más de repuesto (llevo cuatro siempre encima, creo que el quedarme sin batería dejó de ser una preocupación hace tiempo), el visor ,que venía incluido, un parasol, y un disparador de cable que tenía ya (recuerdo que soy canonista y me vale cualquier accesorio de la marca) completan el pack. 



    Junto a la cámara, en el compartimento principal de la bolsa suelo llevar un trípode gorila grande, plegado eso si, que me da la posibilidad de, no solo apoyarlo en el suelo, sino engancharlo a una barandilla, una rama de árbol, una cornisa, casi cualquier superficie me vale a la hora de colocar el trípode.  Es una ventaja, y es lo que buscaba, portabilidad y funcionalidad.

    Como veis la palabra portabilidad se repite con cada cosa que llevo en la bolsa. Esa era la idea. 

    Sin salir del compartimento principal, la bolsa tiene un espacio perfecto para llevar mi tablet de 8 pulgadas. Es un complemento ideal de trabajo para mi, no sólo por ser un porfolio en el que puedo llevar innumerables fotos que poder mostrar en cualquier momento, o poder controlar mis redes sociales más cómodamente.  Además, en determinadas ocasiones, edito alguna que otra foto o la empleo para volcar fotos durante un viaje, por poneros algunos ejemplos. Para todo esto, llevo conmigo, ya en los bolsillos delanteros, un lector de tarjetas y usb para la tableta. Puedo leer desde una tarjeta sd, un Pen Drive e incluso un disco duro externo. Imaginaos la utilidad y las posibilidades. 
En esos bolsillos delanteros llevo también un batería externa de nueve mil miliamperios. No sabéis cuando ni cuánto vais a necesitar recargar el móvil o la tableta cuando estáis un día entero en la calle, más aún con lo poco que dura a veces las baterías de estos dispositivos.




    Básicamente, es lo que suelo llevar en mi bolsa de diario. Ligera, aunque no os lo creáis, pero completa. Muy portable,  accesible, con la capacidad de llevar lo que necesito. Y os lo digo en serio, lo uso todo.

    Si sois de esos que sentís esta necesidad, buscaros vuestro equipo mas portátil,  a vuestra medida. Daros el gusto. Si lo hacéis , al cabo de pocos días saliendo a la calle con el bolso, lo echaréis en falta cuando os lo dejéis. Haceos el hábito. Disfrutad de la fotografía. 

    Algunas fotos hechas con la G1x Mk II 








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